Dolor orofacial: reduce el dolor muscular al estimular la producción de los opioides endógenos.
Disfunción de la articulación temporomandibular: distintos estudios apuntan hacia su utilidad en el tratamiento de lesiones artrogénicas y en la reducción de la neuralgia del trigémino.
En este caso el protocolo es realizado como coadyuvante para tratar la neuralgia trigeminal periférica que aparece en concomitancia con una cefalea de Horton.
viernes, 28 de abril de 2017